Entrevista a Miquel García, nuevo Jefe de Mercado de Mercapalma
– Cuéntenos un poco qué experiencia previa tiene en el sector de la alimentación.
Comencé en Supermercados SYP, primero en el departamento de Marketing y después en el departamento de Compras, la verdad es que fue una muy buena escuela de Negocios. De ahí pase por diferentes empresas, sobre todo del sector de Servicios. Más tarde me incorpore al equipo de Agroilla, llevando las cuentas de Grandes superficies, fueron años de desarrollo y crecimiento como Comercial, y posteriormente desarrollando la exportación con Europa: Alemania, Inglaterra, incluso Canadá, que era un capítulo nuevo para la empresa.
– ¿Qué supone para Ud. incorporarse a Mercapalma como Jefe de Mercado?
La verdad es que lo veo como una oportunidad y un reto; algo alejado de lo que estoy acostumbrado (mundo comercial) y que me permitirá desarrollarme profesionalmente, en el cual tienes que conjugar y buscar el equilibrio entre las necesidades de la empresa y las de los clientes, que no siempre están alineadas.
– ¿Qué importancia tiene para Ud. Mercapalma dentro del sector agroalimentario de la isla?
Yo creo que debería ser visto como un catalizador de las empresas agroalimentarias, dentro de su ámbito ha conseguido desarrollar sinergias entre las empresas y los diferentes agentes: productores, distribuidores al por mayor y al por menor, logísticos, etc. Con un acercamiento de estas, al concentrarse un mismo sitio, hace reducir los costos sustancialmente.
– En la situación actual, ¿qué recomendación le haría a la ciudadanía respecto al producto local de la isla de Mallorca?
Al haber trabajado con productores locales, tengo una especial sensibilización con el sector primario. La proximidad, el producto de Km0, la protección del territorio son capítulos que de sobra son conocidos por todos, en un territorio limitado por su geografía, al debemos cuidar y agradecer a los productores que desarrollan en ese aspecto.
Un capítulo aparte y creo que desconocido son los mayoristas, cuyo papel es fundamental para perpetuar el pequeño comercio, evitando que la gran distribución obtenga el monopolio.