Entrevistamos a Antoni Bibiloni y Quique Morales, propietarios de Bibifrut, S.L. Hace 50 años Toni Bibiloni Ballester se estableció en Mercapalma, como mayorista de Frutas y Hortalizas y desde entonces ha ido creciendo hasta convertirse en la gran empresa que es ahora.
¿Cómo fueron los inicios de vuestro negocio?
Toni: Mi padrino empezó con un carro, haciendo viajes desde Sant Jordi. Cuando se murió el caballo, compraron un camión, y cada día iban a Palma a vender.
¿Qué recuerda de aquellos tiempos, de cuándo se estableció en Mercapalma?
Toni: Fuimos de los primeros en venir, del Mercado del Olivar. Allí era un puesto pequeño, y aquí ya era más grande, con un horario diferente, de las 6 a las 13, en cambio, en el Olivar era jornada partida, mañana y tarde. El cambio fue grande, además, allí estábamos muy cerca de casa y aquí teníamos que venir con el camión. Encima, empezó a entrar producto de fuera, sobre todo fruta, que llegaba al muelle con barco.
Quique: No había tantas cámaras, y a las 12 teníamos que llevar todo al bloque frigorífico, gestionado por el personal de Mercapalma.
Toni: “Teníamos que venir por las tardes para secar la uva. A diferencia de ahora, la gente la quería seca. ”Mi abuelo vivía en Mercapalma, por las tardes daba de comer a los gatos. Tenía el genio corto y tuvo alguna pelea.
¿Cómo ha cambiado Mercapalma desde que empezó?
Quique: Era un “mercado de pasillo”. Venía mucha gente a comprar, de muchas tiendas de barrio. La gente no compraba tanto como ahora. Excepto cuando llegaba la uva, todo el mundo quería.
Toni: Ahora se vende mucho más, pero viene mucha menos gente.
Quique: Solo podías vender a los pabellones. Los pabellones se modernizaron, pero ya vuelven a estar obsoletos.
Toni: Mucha gente nos pide productos de fuera de temporada, antes ni se les pasaba por la cabeza.
Quique: La fruta aguantaba mucho más que ahora, porque no había cambios de temperatura, siempre era del tiempo.
¿Qué ha sido lo más gratificante de vuestro trabajo?
Toni: No he tenido que cambiar nunca de trabajo, buena señal. Cuando no vendo en Mercapalma y estoy de viaje, voy a ver mercados.
Quique: Es nuestra segunda casa.
¿Cómo lo hace para mantenerse competitivo en el mercado durante tantos de años?
Toni: Nosotros somos como hormiguitas. Siempre hemos seguido la misma línea: Mucho trabajo para conservar cuota de mercado. Ser muy competitivo.
Quique: Relaciones basadas en la confianza que da hacer las cosas muy bien hechas. Para nosotros el compromiso es sagrado.
Anécdota:
Hace muchos años, en el pabellón IV, un mayorista tenía unos botes de olivas en el puesto , que acabaron en Son Banya. Mi abuelo fue a buscarlos con el camión y la policía.
También recuerdo a Tomeu Huguet, que siempre llevaba el dinero en el pecho, y siempre pagaba en efectivo.
Después de 50 años, la empresa ha crecido y está preparada por otros 50. Enhorabuena!!!